El verso que da título a esta exposición alude a un célebre poema del libro “Junio”, del escritor cordobés Pablo García Baena. Define la capacidad que el arte tiene, a partir de sus recursos limitados, para expandir emociones profundas. Es como si un pequeño foco -una antorcha o tea de las que usaban los hombres del Paleolítico en las cavernas- alumbrase apenas un objeto, pero logrando algo mucho mayor: evocar a la vez un universo en su complejidad. La pintura y la escultura figurativa tienen desde entonces, desde la Prehistoria, la capacidad fundamental de trascender en lo poético, algo que mantienen por supuesto en la contemporaneidad con nuevas perspectivas y técnicas. A pesar de las diferentes experiencias del último siglo en las que a veces la figura quedó relegada, lo evidente es que miles de artistas siguieron encontrando ahí una forma de expresión de un mundo propio. Lejos ya de las etiquetas del siglo XX, la figuración vive un dinámico periodo de expansión en países como Estados Unidos y Japón que se extiende por Europa y España.
Andalucía, cuna de grandes maestros figurativos del pasado, no es ajena a esa dinámica. Esta exposición se presenta como una panorámica amplia de las formas diversas en las que la figura se mantiene en la pintura y escultura andaluzas del presente. En otro sentido, es también una tea que alumbra esta realidad de la que forman parte cientos de artistas, muchos más de los casi 60 que aquí comparecen. Ellos, desde la raíz de una tradición milenaria, son parte de la gran diversidad artística actual. Sin duda, una riqueza a reivindicar de la cultura andaluza contemporánea que esperamos que les emocione con su capacidad para fijar instantes de lo real pasajero, de lo onírico o lo imaginario y convertirlos luego en una realidad alternativa con un tiempo propio en el que late el anhelo humano de la trascendencia y la eternidad.
La exposición presenta la obra de 55 artistas figurativos de Andalucía. En su mayoría son pinturas, aunque también hay una importante selección de escultura. Más concretamente, la muestra se compone de 46 pinturas y 10 esculturas realizadas en técnicas diversas por los artistas:
Pepe Baena Nieto, Antonio Barahona, Javier Bassecourt, José Manuel Belmonte, Virginia Bersabé, Manuel Castillero, Antonio Cazorla, Rafael Cervantes, María José Cortés Antequera, Pedro Cuadra González, Daniel Franca Camacho, Chiqui Díaz, José Antonio Díaz Barberán, Carlos Dovao, Francisco Escalera, Ricardo Galán Urréjola, Jorge Gallego, Andrés García Ibáñez, Fermín García Villaescusa, Miguel Gómez Losada, Teresa Guerrero, Julia Hidalgo, Jaime Jurado, Martín Lagares, Antonio Lara Luque, Cristóbal León, Pedro Líndez, Conrado López, Manuel Luna, Miguel Ángel Maderas ‘Di Boschi’, Roberto Manzano, Adrián Marmolejo, José Manuel Martínez Pérez, Josefa Medina, Almunia de Miguel, Jesús Montoya Herrera, Sabino Moreno, José Luis Muñoz, Juan Bautista Nieto, Gonzalo Orquín, José María Peña Gallardo, Félix Revello de Toro, Aurelio Rodríguez, Pedro Rodríguez, Sergio Romero Linares, Carmen Ruiz Segura, María José Ruiz, Salustiano, J. Sánchez Zabaleta, José María Serrano, Noe Serrano, Curro Sújar, Cristina Vázquez, Francisco Vera y Cristina Ybarra.