La empresa municipal de Viviendas de Córdoba, Vimcorsa, rehabilitará la casa del número 10 de la Puerta de Sevilla y estudia la construcción de tres viviendas sociales en este inmueble, una actuación con la que, en palabras del presidente de Vimcorsa, Salvador Fuentes, “se recupera un inmueble singular de la pequeña plaza y se cumple con la
voluntad de su propietario que realizó esta donación con fines sociales”.
En el año 2009 se firmó un convenio entre Alfonso Ruiz Muñoz, cura-párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de Córdoba y administrador único del patronato fundado mediante escritura pública otorgada en fecha 12 de junio de 1.975 a instancia de Don Juan José Pareja Olmo, y Viviendas Municipales de Córdoba S. A. En el año 2014 se redactó un proyecto de rehabilitación a cargo de Vimcorsa que se tramitó ante la Gerencia Municipal de Urbanismo y la Consejería de Cultura. En ese momento, la iniciativa, ante la
complejidad técnica, la necesidad de la puesta en valor de la muralla y la dudosa viabilidad económica, quedó paralizado, informa Vimcorsa en una nota.
Desde entonces, el edificio permanece cerrado, si bien se han realizado actuaciones puntuales de mantenimiento y apuntalamiento de las zonas más deterioradas, que coinciden con las que están en contacto con la muralla.
A lo largo de estos seis años se han repetido las visitas para la supervisión del estado del edificio, en las que se ha podido ratificar el progresivo deterioro de este. En 2016, a raíz de la intervención arqueológica sobre la muralla y para poder llevar a cabo esta, se ejecutan una serie de apuntalamientos en las zonas a intervenir. Desde entonces se han seguido haciendo visitas para la supervisión del estado del inmueble en las que se han ido tomando medidas puntuales de seguridad, apuntalando parcialmente las zonas más deterioradas,
protegiendo los huecos para evitar tentativas de ocupación y protegiendo, en la medida de lo posible, las cubiertas para reducir las importantes vías de agua aparecidas.
Tras las últimas visitas realizadas, se ha podido comprobar que el estado del edificio se ha agravado considerablemente. Parte de un forjado de una entreplanta sobre la planta baja, que no se había apuntalado porque su estado no indicaba que fuera necesario en
anteriores visitas, se ha desplomado, amenazando a su vez el desplome del forjado sobre el que ha caído.
En cuanto a la fachada del edificio, en general se encuentra en mejor estado que el interior, no presentando patologías significativas ni asientos ni desprendimientos importantes, dando una imagen engañosa de como realmente esta interiormente. Esta circunstancia
puede llevar al error de no ser consciente del peligro que realmente implica el progresivo deterioro del interior del edificio, fundamentalmente a nivel de forjados y de cubierta, habiendo entrado estos elementos en un proceso difícilmente reversible.
Fuente: Cordópolis (enlace)